ADVIENTO Y ESJATOLOGÍA
"Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y entonces se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo en Gloria y Majestad" (S. Mat. 24, 30). Este domingo de nuevo comenzamos el año litúrgico en el que recordamos los Misterios de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y la Obra del Espíritu Santo en la Iglesia. El pasaje evangélico del principio es un fragmento del Evangelio del Domingo anterior XXIV y Último de Pentecostés (Evangelio completo S. Mat. 24, 15- 35), que siendo el último domingo del año litúrgico figura el fin de los tiempos y la Parusía de Nuestro Señor Jesucristo. Y es justamente con el mismo sermón esjatológico de Nuestro Señor según el Evangelio de San Lucas (21, 25-33) con que comienza la Lección evangélica del año litúrgico, pero ¿Cómo es posible que el primer domingo del año litúrgico (figura del principio del mundo) nos remita in