50 TRISTES AÑOS DE LA ABOMINACIÓN DESOLADORA EN EL LUGAR SANTO



"El mismo Dios, pues, y Señor nuestro, aunque se había de ofrecer a sí mismo a Dios Padre, una vez, por medio de la muerte en el ara de la cruz, para obrar desde ella la redención eterna; con todo, como su sacerdocio no había de acabarse con su muerte; para dejar en la última cena de la noche misma en que era entregado, a su amada esposa la Iglesia un sacrificio visible, según requiere la condición de los hombres, en el que se representase el sacrificio cruento que por una vez se había de hacer en la cruz, y permaneciese su memoria hasta el fin del mundo, y se aplicase su saludable virtud a la remisión de los pecados que cotidianamente cometemos; al mismo tiempo que se declaró sacerdote según el orden de Melchisedech, constituido para toda la eternidad, ofreció a Dios Padre su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y vino, y lo dio a sus Apóstoles, a quienes entonces constituía sacerdotes del nuevo Testamento, para que lo recibiesen bajo los signos de aquellas mismas cosas, mandándoles, e igualmente a sus sucesores en el sacerdocio, que lo ofreciesen, por estas palabras: Haced esto en memoria mía; como siempre lo ha entendido y enseñado la Iglesia Católica". Definición del Santo Sacrificio de la Misa por la Sesión XXII del Sacrosanto Concilio de Trento.

El 3 de Abril de 1969 (Jueves Santo de ese año) el criptojudío Giovanni Battista Montini, conocido como "Papa" Pablo VI, promulgó una "Constitución Apostólica" llamada Missale Romanum en la que instituía un Nuevo Ritual para la celebración de la Misa, instituyendo por lo tanto una Nueva "Misa", que es la  que vemos en la actualidad celebrarse en casi todas las iglesias autodenominadas "católicas" del mundo. Esta Nueva "Misa" supuso, y lo sigue haciendo, una violación directa de la Fe Católica y del Magisterio Pontificio, que con San Pío V en su Bula "Quo Primum Tempore" (1570) promulgaba a perpetuidad el Ritual Romano del Santo Sacrificio de la Misa y anatematizaba a cualquiera que intentare cambiarlo, minimizarlo, menospreciarlo y/o negarlo.

Bajo los pretextos de "adaptarse al signo de los tiempos" el Antipapa Pablo VI dió el golpe mortal a la Iglesia Católica, golpe del cual no se levantaría, cambió la verdadera Misa Católica por un culto neo-protestante, antropocéntrico y totalmente alejado del concepto de la Misa Católica en forma y en detalle. La Misa ya no era un culto a Dios Padre en el que se ofrecía el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo por la acción del Espíritu Santo, por los cuatro fines (adoración, acción de gracias, propiciación por los pecados y petición) en que el sacerdote actuaba "in persona Christi" y en que la Santa Misa y el Sacrificio del Calvario representaban un mismo Sacrificio, y por lo tanto era el acto más sagrado sobre la faz de la Tierra... No, ya no era eso la Santa Misa, la Misa era ahora una fiesta, un banquete de hermanos, una reunión de la asamblea en que el sacerdote es solamente el que preside, y como en una fiesta se puede hacer cualquier cosa a fin de relajarse y pasarla bien, en el banquete del Novus Ordo Missae se hace todo lo posible para que la gente "entienda" (según dicen los modernistas) y partícipe de este aquelarre con guitarras, baterías, panderetas, chistes del "presidente de la asamblea", saltos, aplausos; un banquete en el que no importa cómo vas vestido, un banquete en el que agarras las "galletitas" con la mano, un banquete en lo que importa es que el hombre se sienta bien... la gloria de Dios ni se nombra.



"misa" de payasos


"misa" de los doblemente payasos


"misa" de los sodomitas


"misa" de los animadores


"misa" gaucha


"misa" con juegos pueriles


"misas" carismaniáticas del impostor colombiano


"misa" en que hasta un vistazo a la tablet puedes echar

Las imágenes que hemos visto anteriormente son sólo unos pequeños ejemplos de los frutos de la Nueva "Misa" de Pablo VI, aunque alguno objetará "en mi parroquia no se hace eso, en mi parroquia el sacerdote celebra la misa con mucho fervor, incienso y latín", no negamos que hay dentro de la "Iglesia" modernista hay "sacerdotes" que son "conservadores" y tratan de celebrar el Novus Ordo lo más parecido posible a la verdadera Misa Católica, pero no advierten que con ello generan más confusión, ya que por más que sea "tradicionalmente" celebrada la Nueva "Misa" sigue produciendo sus frutos, y cómo  dice Nuestro Señor Jesucristo: "Por sus frutos los conoceréis" (Mt. 7,16). Se preguntarán ¿Cuáles son sus frutos? Pues los frutos de la Nueva "Misa", de la Nueva "Teología", y de todos los cambios introducidos por el Concilio Vaticano II son: Negación sutil de las Verdades y Misterios de la Fe Católica, relajación en las costumbres de los fieles, mundanización de la Iglesia, pérdida del sentido de lo sacro, inmoralidad  escandalosa de los clérigos vaticanosegundistas; en definitiva: la apostasía colectiva de todas las naciones que otrora fueran católicas, dejando el campo preparado para la recepción del Anticristo que ha de venir (II Tes. 2, 3ss.).



Antipapa Pablo VI con los seis ministros protestantes con los que elaboró el "Nuevo Misal" (1965) 


Este culto nuevo antropocéntrico, puesto en el lugar santo en donde se celebraba el sacrificio verdadero y agradable a Dios recibe en las Sagradas Escrituras el nombre de "Abominación de la Desolación", es así llamado en Dan. 9, 27 en la enigmática profecía de Daniel sobre las 70 semanas citada por Nuestro Señor Jesucristo,  dándolo cómo señal de su Segunda Venida en Gloria y Majestad: "Cuando viereis, pues, la abominación de la desolación predicha por el profeta en el lugar santo (el que leyere entienda) entonces los que estén en Judea huyan a los Montes..." (Mt. 24, 15-16).


Es bien sabido entre los exégetas bíblicos que en las profecías de tinte mesiánico ven dos cumplimientos que suelen llamar tipo, que corresponde al Antiguo Testamento, y antitipo, que corresponde al Nuevo Testamento, siendo el tipo, suceso del Antiguo Testamento, una figura de lo que sucederá en tiempos del Nuevo Testamento. Pues justamente esta profecía de Daniel, según algunos intérpretes, se refería en primera instancia a la primera abominación de la desolación que ocurrió en tiempos de los Macabeos (siglo II a.c.), en la cual el pagano rey seleúcida Antíoco IV Epífanes profanó el templo de Jerusalén introduciendo en él la estatua del ídolo pagano Júpiter, poniendo además un segundo altar (falso altar) delante del primer altar para ofrecer en él los sacrificios idolátricos (1 Mac. 1, 57 ss.).



Segundo altar idolátrico frente al verdadero altar del Templo de Jerusalén (Libro de los Macabeos), figura del falso altar que se posa junto al verdadero altar del Nuevo Testamento.


Se puede apreciar en esta imagen de una parroquia Novus Ordo cualquiera que el verdadero altar (en el cual se celebraba antes el Santo Sacrificio de la Misa) está opacado por el nuevo "altar" falso de la Nueva "Misa" culto blasfemo e idolátrico.


Revolución Francesa (1789/1799) El odio contra Cristo y su Iglesia expresado por los revolucionarios con la profanación de la Catedral de Notre Damme de París destruyendo los objetos sacros y entronizando en el altar mayor a una prostituta que llamaron la "diosa razón", a la que vemos pisoteando un crucifijo. El culto del hombre en lugar del culto de Dios, otra figura de la actual abominación de la desolación.


En la profanación del Templo de Jerusalén con la introducción del culto idólatra bien podemos ver la segunda abominación de la desolación en el lugar santo, la falsa "misa" siendo celebrada en los templos que en otros tiempos fueran católicos y dónde se celebraba diariamente el Santo Sacrificio de la Misa, la falta de la Presencia Real de Jesús en el Sagrario por la invalidez de la Nueva "Misa" y por la invalidez de los "sacerdotes" y "obispos" ordenados con los Nuevos Rituales de Ordenación Sacerdotal y Episcopal (1968), la falta de verdaderos sacramentos por esta misma causa, y por ende, la falta de la gracia santificante en las almas, siendo la Iglesia del Vaticano II un verdadero atolladero donde son masacradas las almas con falsas doctrinas, con falsos sacramentos, con falsos nuevos templos, cuya arquitectura modernista llaman mas al asco y a la repulsión que a la piedad y el fervor, con falsos sacerdotes y obispos, con falsos Papas y, para rematar, una Falsa "Misa", preparando con toda esta confusión en las almas y con su perversión el camino para el Anticristo.



Verdadero y Santo Sacrificio de la Misa agradable a Dios.


De lo vaticinado por Nuestro Señor Jesucristo en su Evangelio esjatológico (Mateo 24), San Alfonso María de Ligorio previó con profético acierto: "El diablo siempre ha intentado, por medio de los herejes, de privar al mundo de la verdadera Misa, por lo que los precursores del Anticristo, antes que cualquier otra cosa, tratarán de suprimir y abolir efectivamente el Santísimo Sacrificio de la Misa, como castigo por los pecados de los hombres, según la predicción del Profeta Daniel: Y le fue dado poder contra el sacrificio perpetuo".

Pero no hemos de desesperar queridos lectores, pues en este mismo Evangelio Jesús Nuestro Señor dice que esta apostasía y el sucesivo breve reinado del Anticristo son signos de que su Segunda Venida en Gloria y Majestad está más cerca que nunca; y efectivamente podemos decir con toda propiedad que nuestros tiempos actuales son los últimos, y por lo tanto ya está más cerca de regresar el Amado Salvador y Mesías para darnos el galardón de la fidelidad. Es por eso que no debemos desfallecer ante la apostasía reinante, ante la persecución que ahora sufrimos y la que sufriremos en los breves tiempos del Anticristo, sino que debemos (según nos recomienda San Pablo) amar la Venida del Señor (2 Tim. 4, 8), vivir cristianamente intentando asistir a la verdadera Misa Católica si se puede, y si no se puede, santificar el domingo y los días de precepto con oraciones y actos de virtud, y siempre teniendo en los labios está dulce y ansiosa plegaria:




MARANATHÁ, ¡VEN SEÑOR JESÚS! (APOC. 22, 20)


PAX VOBIS.

Comentarios

  1. Siii la segunda venida la segunda venida pero yo necesito LA VERDADERA MISA AHORA.

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  2. Intentando asistir a la verdadera misa.....¿cómo si el traidor comunista inmundo wojtyla se encargó de prohibirla de facto, de que no la tenga casi nadie en el mundo? me van a decir la sociedad san Pedro .... les respondo con un estentóreo JAJA

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    Respuestas
    1. En ningún momento le hemos respondido que vaya a la FSSP cuyos miembros no son sacerdotes válidos. No se apresure al hecho querido anónimo. Si usted quiere asistir a la Misa verdadera (no se en dónde vive) tiene que investigar si hay algún sacerdote del linaje Thuc en su zona, o en su defecto del linaje Lefebvre. Si en realidad no tiene absolutamente nada (en cuyo caso lo lamento mucho) le aconsejo santificar el día domingo y los días de precepto con las lecturas de la misa del día, el rezo del santo rosario y otras prácticas de piedad.

      Pax vobis.

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    2. Además le aconsejamos vivamente no se refiera con tono despectivo de la Santa Parusía de Nuestro Señor Jesucristo (que él en su Evangelio dejó bien clara y con la misma claridad lo estipulan las Sagradas Escrituras), ya que ésa es nuestra bienaventurada esperanza, como bien lo diría el Apóstol San Pablo. De nada le aprovecharía asistir a la Misa Verdadera si desprecia una verdad de Fe tan elemental como ésta. Atienda con atención a la advertencia del el Apóstol: "NO DESPRECIEIS LAS PROFECÍAS" (I Tes. 5:20).

      Pax vobis.

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