EL PROBLEMA JUDÍO A LA LUZ DE LA SAGRADA ESCRITURA por Monseñor JUAN STRAUBINGER I- VIII





La Apostasía Judía en el desierto, mientras en el Monte Sinaí el Señor daba los Mandamientos a su siervo Moisés.


En general la Historia mide al Pueblo Judío con la misma medida que a las otras pequeñas naciones y razas; y como para dejar constancia de su insignificancia, le dedica en sus copiosos volúmenes apenas unas pocas páginas. Nada más comprensible que esto, pues comparado con las demás pueblos de la Antigüedad, el de Israel se mostró tan inactivo y falto de poderío, que muchos escritores no tuvieron conocimiento de su existencia, o por lo menos no lo mencionan en sus libros. Los modernos sí lo conocen, pero debido a su modo de juzgar a todos los pueblos con el mismo criterio, les escapa la posición singular de aquel pueblo, cuya fuerza vital está por encima de todo criterio humano y cuyo destino es como "el reloj de Dios a través de la historia". 

Es muy fácil considerar el problema judío exclusivamente desde el punto de vista económico, nacional o político, y señalar los peligros que la actividad comercial y financiera de los Judíos implica para los pueblos cristianos; mas fácil aun es instigar los sentimientos nacionales contra un pueblo que goza de las ventajas del internacionalismo y vive entre todas las naciones sin asimilarse a ninguna; pero con tal método no se resuelve la Cuestión Judía, ni siquiera se da comienzo a su solución. 

La solución está en otro plano. Los judíos del Antiguo Testamento fueron el "Pueblo elegido", la "porción escogida", "La Nación santa" (Ex 19, 5-6), "el hijo primogénito" (Ex 4, 22), portadores y transmisores de la Revelación (Rom. 3, 2), no a causa de sus meritos, sino en virtud del libre beneplácito de Dios que elige a quien quiere (Rom. 9, 11 y 18); pero una vez escogidos, no están ya sometidos a las leyes ordinarias de la historia, sino que andan por los caminos extraordinarios de la divina Providencia, que los ha mantenido hasta hoy en evidente contraste con lo que pasa con otros pueblos. 

- Del Libro "Espiritualidad Bíblica"





Monseñor Johannes Straubinger nació en Esenhausen, Alemania en 1883 y murió en Stuttgart, Alemania en 1956. Ingresó al Seminario de Stuttgart en 1896 y es ordenado sacerdote en 1907, después alcanzaría el doctorado en hebreo y otras lenguas orientales. En viajes a Oriente Medio, más específicamente a Egipto, tuvo acceso a antiguos códices que contenían las Sagradas Escrituras en lengua siríaca, árabe y griego. Por problemas que tuvo en su país natal por traducir la Encíclica "Mit Brennender Sorge" del Papa Pío XI (encíclica en las que el Papa denunciaba la irregularidades del Tercer Reich) se exilió en Suiza primero (1937), y después a la Argentina (1938) donde fue Profesor de Sagrada Escritura del Seminario de San José de la Arquidiócesis de la Plata (1940- 1951).

Escribió varias obras con temática bíblica- exegética, una de las más famosas fueron sus publicaciones de "Revista Bíblica" (1940) pero su obra más grande fue la "Biblia Platense Comentada" (1951) donde brinda al lector una lectura sabrosamente espiritual de las Sagradas Escrituras explicando con la más ortodoxa doctrina los pasajes bíblicos más dificultosos. Su edición de la Biblia fue reeditada por la Universidad Católica de la Plata en 2014. En 1951 regresa a Alemania donde finalmente entrega su alma al Padre Eterno en 1956. Monseñor Straubinger es sin duda uno de los más grandes exégetas bíblicos de nuestra épcoa. Recomendamos su lectura.

PAX VOBIS.

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