SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS



El Romano Pontífice (en la imagen S.S. León XIII) cabeza visible de la Santa Iglesia Católica, Única Religión Verdadera fundada por Dios Nuestro Señor Jesucristo, su Cabeza Invisible y del que el Papa es Vicario.


A finales del Siglo XIX se comenzó con una devoción muy particular en algunos ambientes católicos anglosajones que recalcaba en impetrar de Su Divina Majestad la conversión de los engañados corazones de los herejes y cismáticos para que volvieran al seno de la Santa Madre Iglesia, para lo cual establecieron un triduo con este fin en el que los fieles interesados hacían ayunos y ofrecían Misas y Comuniones por esta intención. Se hizo tan popular este Triduo de Oración por la Conversión de los Herejes que en tiempos de Pío XI se estableció que fuera una semana entera con esta sublime intención y se indulgenció para mover a más fieles a este propósito, dándosele el nombre de Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

Muchos católicos tradicionalistas en la actualidad se muestran reacios a esta devoción, fruto de la confusión que genera la Secta del Vaticano II que utiliza esta devoción católica para infiltrar el falso ecumenismo, en donde calman las conciencias de los sectarios diciéndoles que están bien en sus herejías y defenestrando la Doctrina Católica, la cual explica el Ecumenismo como la predicación de la Verdad del Evangelio para combatir los errores y las herejías y para convertir  las almas descarriadas de esos herejes y cismáticos, para que vuelvan a la Verdadera Iglesia de Cristo, evitando su condenación eterna y asegurándoles la entrada en la Morada Celestial.

Por lo tanto instamos a nuestros lectores para que durante esta semana oren por la Unión de los Cristianos, es decir, por la Conversión de Herejes y Cismáticos a la Verdadera Iglesia Católica, única arca de salvación. Esta Semana de Oración comienza el 18 de Enero (Fiesta Litúrgica de la Cátedra de San Pedro en Roma) y termina el 25 de Enero (Fiesta Litúrgica de la Conversión de San Pablo). A continuación proponemos unas preces indulgenciadas sacadas del Misal Devocionario Latín- Español del P. Gregorio Antoñana, año 1956:





 PRECES

INVOCACIÓN: ¡Señor Jesús, clementìsimo Salvador del mundo!, por vuestro Sacratisimo Corazón os rogamos suplicantes que todas las ovejas errantes se conviertan a Vos, que sois Pastor y Obispo de sus almas. Que vivìs y reináis por los siglos de los siglos. Amen. (1)

JACULATORIA: Dulce Corazón de Jesús, tened misericordia de nosotros y de los herejes errantes. (2)

ORACIÓN: ¡Oh Dios!, que corregís lo que esta errado, reunís lo disperso y guardáis lo ya reunido; os suplicamos derraméis compasivo la gracia de vuestra unión sobre el pueblo cristiano, a fin de que, desechada la división, uniéndose al verdadero Pastor de vuestra Iglesia, pueda serviros dignamente. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen. (3)

¡VIVA CRISTO REY!


¡VIVA LA SANTA IGLESIA CATÓLICA NUESTRA MADRE!
¡VIVA SU SANTIDAD PÍO XII, ULTIMO PAPA DE LA IGLESIA!
¡VIVA LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA!


(1) Indulgencia de 500 días cada vez que se diga.
(2) Indulgencia de 300 días cada vez que se diga.
(3)Indulgencia de 3 años cada vez que se diga.




PAX VOBIS.

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