EL PROBLEMA JUDÍO A LA LUZ DE LA SAGRADA ESCRITURA por Monseñor JUAN STRAUBINGER VI- VIII
"Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahveh será asentado en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas. Confluirán a él todas las naciones, y acudirán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte de Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos.» Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh."Juzgará entre las gentes, será árbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra"
Isaías 2, 2-4 , Sobre los Segundos Tiempos Mesiánicos en la Nueva Jerusalén.
Como se ve, las profecías del Antigua testamento respecto del porvenir de
Israel son muy complicadas. Parecen referirse no solamente a su
conversión, sino también a su restauración como nación. Claro está que,
como dice San Pablo, las promesas de Dios en favor de su pueblo son
irrevocables (Rom. 11, 29), es decir, se cumplirán indefectiblemente. Pero,
¿tenían ellas realmente carácter incondicional o solo condicional?, Si eran
incondicionales, no faltará su cumplimiento; si en cambio eran
condicionales, su cumplimiento debe estar vinculado a la conversión de
Israel. Realizándose esta, han de realizarse también las promesas. Ahora
bien, San Pablo nos dice que la futura conversión de los judíos es cosa
segura; no hay, pues, ningún obstáculo que se oponga al cumplimiento de
las demás promesas y vaticinios acerca de Israel.
Mas luz arrojan sobre nuestro problema las profecías que citamos a:
continuación. Leemos en Jeremías (30, 3): ''He aquí que vienen días, dice
Yahve, en que haré volver a los desterrados de mi pueblo de Israel y
Judá, y lo hare tornar a la tierra que di a sus padres, y la poseerán". El
lector piensa tal vez en la vuelta de los judíos del cautiverio, mas el hecho
es que del cautiverio volvieron solamente las dos tribus de Judá y
Benjamín, mientras que el profeta se refiere también a las diez tribus de
Israel, que nunca volvieron. Debe, pues, tratarse de un acontecimiento
futuro relacionado con la salvación de los judíos. Así lo explican entre los
modernos el P. Paramo S.J., y el P. Reboli S. J. en sus ediciones de la Biblia
de Torres Amat. Cf. Jer. 23, 3 y 8s. 11, 11ss.
Ezequiel completa la profecía de Jeremías, anunciando a su pueblo no solo
la vuelta, sino también la posesión perpetua de Palestina. Dice Dios por
boca del profeta: "He aquí que yo tomaré a los hijos de Israel de entre las
naciones adonde emigraron, y los congregaré de todo alrededor, y los
introduciré en su territorio. Los salvaré de todos los lugares donde
pecaron, y los purificaré, y serán mi pueblo, y Yo seré su Dios. Y habitarán
sobre la tierra que Yo di a mi siervo Jacob, donde moraron sus padres; y
habitaran sobre ella ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos por siempre" (Ez.
37, 21-25).
Lo mismo promete Dios por Amós: "Los plantaré en su tierra; y ya no
serán arrancados de su territorio, dice Yahve, tu Dios" (Am. 9, 15); y por
Miqueas: "En aquel tiempo, dice Yahve, reuniré a la (nación) que cojea y
congregare a la extraviada, a la que Yo había dañado. Y convertiré los
restos de la que cojea y formaré de la alejada un pueblo fuerte, y reinará
Yahve sobre ellos en el monte Sion desde ahora y para siempre" (Mi 4, 6-
7), Zacarías añade a este cuadro Consolador algunos rasgos nuevos:
“Vendrán a Jerusalén muchos pueblos y naciones poderosas para buscar al
Señor de los Ejércitos y orar en su presencia y sucederá que diez hombres
de cada lengua y de cada nación tomaran a un judío, asiéndole de la
franja de su vestido y diciéndole: ‘Iremos contigo, porque hemos conocido
que con vosotros esta Dios’" (Zac. 8, 22-23).
¿Cómo explicar tan estupendas profecías? ¿Hay que decir simplemente que
todo se cumplió en los primeros cristianos que en parte eran judíos y
maestros de los gentiles? Santiago no lo explica así, sino que ve en ellas un
acontecimiento futuro, cuando cita a Amós en el Concilio de los
Apóstoles: “Después de esto volveré y reedificaré el Tabernáculo de David
que está caído; reedificare sus ruinas y lo levantaré de nuevo, para que
busque al Señor el resto de los hombres y todas las naciones, sobre las
cuales ha sido invocado mi nombre, dice el Señor que hace estas cosas”
(Hech. 15, 16-17). El exegeta francés Boudou observa sobre este pasaje:
"Según la profecía de Amos, Dios realzará el Tabernáculo de David;
reconstruirá el reino davídico en su integridad y le devolverá su antiguo
esplendor. Entonces Judá e Israel conquistarán y poseerán el resto de
Edom, tipo de los enemigos de Dios, y todo el resto de las Naciones
extranjeras, sobre quienes el nombre de Dios ha sido pronunciado''.
Plena seguridad exegética nos proporciona el discurso escatológico del
Evangelio de San Lucas, donde Jesucristo revela que los judíos "serán
deportados a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada hasta que el
tiempo de los gentiles sea cumplido" (Luc. 21, 24). Este último término es a
la vez el tiempo de la conversión de Israel, según nos dice San Pablo en
Rom. 11, 25, de modo que la conversión de los judíos está conectada con
el fin de su dispersión, o sea, con su restauración como pueblo.
Con esto quedan definitivamente descartadas las soluciones de aquellos
que creen que los vaticinios referentes al porvenir de Israel se han
cumplido ya, sea en la mezquina restauración después del cautiverio de
Babilonia, sea en forma alegórica en la Iglesia (numeral V).
- Del Libro "Espiritualidad Bíblica"
Monseñor Johannes Straubinger nació en Esenhausen, Alemania en 1883 y murió en Stuttgart, Alemania en 1956. Ingresó al Seminario de Stuttgart en 1896 y es ordenado sacerdote en 1907, después alcanzaría el doctorado en hebreo y otras lenguas orientales. En viajes a Oriente Medio, más específicamente a Egipto, tuvo acceso a antiguos códices que contenían las Sagradas Escrituras en lengua siríaca, árabe y griego. Por problemas que tuvo en su país natal por traducir la Encíclica "Mit Brennender Sorge" del Papa Pío XI (encíclica en las que el Papa denunciaba la irregularidades del Tercer Reich) se exilió en Suiza primero (1937), y después a la Argentina (1938) donde fue Profesor de Sagrada Escritura del Seminario de San José de la Arquidiócesis de la Plata (1940- 1951).
Escribió varias obras con temática bíblica- exegética, una de las más famosas fueron sus publicaciones de "Revista Bíblica" (1940) pero su obra más grande fue la "Biblia Platense Comentada" (1951) donde brinda al lector una lectura sabrosamente espiritual de las Sagradas Escrituras explicando con la más ortodoxa doctrina los pasajes bíblicos más dificultosos. Su edición de la Biblia fue reeditada por la Universidad Católica de la Plata en 2014. En 1951 regresa a Alemania donde finalmente entrega su alma al Padre Eterno en 1956. Monseñor Straubinger es sin duda uno de los más grandes exégetas bíblicos de nuestra épcoa. Recomendamos su lectura.
Escribió varias obras con temática bíblica- exegética, una de las más famosas fueron sus publicaciones de "Revista Bíblica" (1940) pero su obra más grande fue la "Biblia Platense Comentada" (1951) donde brinda al lector una lectura sabrosamente espiritual de las Sagradas Escrituras explicando con la más ortodoxa doctrina los pasajes bíblicos más dificultosos. Su edición de la Biblia fue reeditada por la Universidad Católica de la Plata en 2014. En 1951 regresa a Alemania donde finalmente entrega su alma al Padre Eterno en 1956. Monseñor Straubinger es sin duda uno de los más grandes exégetas bíblicos de nuestra épcoa. Recomendamos su lectura.
PAX VOBIS.
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